Una de las regionales más abandonadas era la del Bajo Aguán, nuestros hermanos de diferentes comunidades, pues no solamente en temas de educación, salud, infraestructura, sino también en el agro.
Pese a que la regional es pequeña y apta para desarrollar los trabajos agrícolas no contaba con energía eléctrica, los techos estaban dañados, tanto que el agua se filtraba cuando llovía, el piso aun de tierra y el agua también era un conflicto.
Los problemas de esa regional son innumerables, sería “pecado” decir que contaban con un buen equipo logístico de trabajo.
Ahora es otra historia, el abogado Juan Carlos Zelaya ha hecho una gran gestión de la mano del Ministro Francisco Funes Rodríguez y de sus compañeros de trabajo. Si algo hay que destacar extra, es el compromiso de los empleados quienes han dejado una computadora de lado y se han unido a los esfuerzos de reparación con una pala y piocha para lograr modernizar esa regional que es la casa de muchas comunidades y campesinos que la visitan.
Ahora quienes la visitan, encuentran una regional completamente distinta, en condiciones apropiadas de atención y con mobiliario y equipo nuevo. El proceso de refundación avanza en el agro.
